Patty Pravo, la chica ha vuelto: "He vivido tantas vidas juntas".

La llamaban la Chica Gaitera en los años 60, cuando su voz e imagen se convirtieron en el símbolo de la versión italiana de aquella ola de rebelión juvenil centrada en la escena hippie de Carnaby Street en Londres. En Italia, giraba en torno al Piper Club de Roma, donde Patty Pravo era la estrella indiscutible. Unas décadas más tarde, y tras una carrera deslumbrante con éxitos y encuentros memorables, la cantante actuará el martes 5 de agosto en Porretta Terme (Parque Rufus Thomas, a las 21:00 h) en el marco del festival "E Buonanotte ai suonatori".
Señora Pravo, el nombre de la gira, 'Ho prova tutto', es el título de su último single, escrito por Francesco Bianconi, el líder de Baustelle.
Una verdadera sorpresa. Confieso que no sabía quiénes eran Baustelle y Bianconi; hubo un noviazgo largo e intenso por su parte. Siempre ha sido fan mío, y cuando me envió la letra de la canción, me quedé alucinada; es la canción más autobiográfica que me han ofrecido. Bianconi demostró que me conoce mejor que yo misma. Nunca nos hemos conocido, pero es como si nuestras vidas fueran paralelas.
Una canción que habla de su visión de la vida.
Una mezcla constante de búsqueda del placer y atención a lo que sucede a nuestro alrededor. No podemos ignorarlo. Vengo de una época en la que la crítica social afectaba cada instante de la existencia. Y los cantantes, sin duda, no podíamos dar marcha atrás. Como canto en la canción, debemos «Seguir amando aunque sepamos que el futuro se está muriendo».
También hay una referencia a Jimi Hendrix, a quien conociste allí, como a muchas otras grandes personalidades de la cultura y de la música.
Fue una época irrepetible; a veces pienso que fue una conjunción astral que, tal como llegó, nunca volverá. Hendrix, como dice la letra de la canción «Te dejo escribir», me encontré en el Piper; era mayo del 69, después de uno de sus legendarios conciertos. Pasamos una noche dando una vuelta por Roma en un Fiat 500. Y entonces recuerdo a gente extraordinaria, como Anita Pallenberg, la guapísima modelo que estaba con mi amigo Mario Schifano, a quien dejó para fundar primero con Brian Jones y luego con Keith Richard, ambos de los Rolling Stones. Tantos artistas, como Tano Festa y Franco Angeli. Vivir inmerso en esa dimensión significó estar expuesto a tantos estímulos culturales que pude vivir no una, sino varias vidas simultáneamente.
Es difícil hacer una comparación con lo que sucede hoy en día.
Imposible, y no se trata tanto de la ausencia de maestros, sino del fin de ese clima de compartir, de intercambio, que nació espontáneamente. Los hogares eran increíbles laboratorios creativos, e Italia era el centro del universo, una primacía que hemos perdido. Pienso específicamente en la casa romana de Mario Schifano, donde conocí a los Rolling Stones. Para ellos, estar en Roma, absorber ese clima de experimentación constante, era más importante que vivir en Londres. Y yo estaba allí, fue una bendición, y quién era y quién soy está en las canciones que canto. Cómo lo he intentado todo.
İl Resto Del Carlino